La industria alimentaria elabora estas preparaciones comestibles a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. No suelen ser un alimento completo, sino una lista de ingredientes, que necesitan un procesamiento previo como la hidrogenación de los aceites o frituras. Así como la hidrólisis de las proteínas o la refinación y cocción de harinas o cereales. Sus etiquetas van a decir que contienen materias primas refinadas (harina, azúcar, jarabe de alta fructosa o su sigla JAF, aceites vegetales, sal, proteína, etc.) y aditivos (conservantes, colorantes, edulcorantes, potenciadores del sabor, etc.) Cuando vayas al supermercado ves ejemplos en las bebidas azucaradas, los productos precocinados, (carnes procesadas), budines, galletitas, lácteos azucarados, postrecitos, dulces, cereales refinados, pizzas, barritas dietéticas, etc.
Te cuento que hay también otros productos procesados (no ultra) que son muy saludables, porque o no interfieren o mejoran la calidad del alimento: como ejemplos te doy el aceite de oliva y o de canola, los quesos artesanales, las conservas de pescado, las legumbres, las hortalizas o pescados congelados.
Fuente Carlos Rios, Realfooding.com
¿No me digas que te encantan los ultraprocesados?
Es que están fabricados con la intención de promover su consumo y para ello se busca mejorar sus características: como sabor olor y saber, estimulando el apetito. Un logro industrial.
Además son muy accesibles e irresistibles, y la publicidad te impulsa a comprarlos. Otra manera de alejarnos de la verdadera comida saludable.
¿Eh Doc, no estarás exagerando?
La mayoría de estos alimentos contienen al menos una de las siguientes sustancias: mucha sal, grasas de dudoso origen, azúcar y aditivos, aunque en la mayoría de los casos presentan todas a vez. Sumale luego los conservantes, estabilizantes, emulsionantes, disolventes, aglutinantes, edulcorantes y potenciadores sensoriales de color y sabor.
¿No crean adicción?
Precisamente, porque este tipo de productos son relativamente baratos, cómodos, apetitosos, accesibles y encima se conservan “como frescos” durante mucho tiempo en la góndola del Super.
La pelea se está perdiendo, además de contra la publicidad o nuestra pereza, luchamos contra la generación de hábitos de consumo. Y ya sabés lo que cuesta cambiar un hábito.
DoctorUgarte
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Doctor Ugarte 
Asi es doc, nos van ganando esas porquerías.
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